Herencia, ¿Aceptar o renunciar?

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A menudo, en nuestro despacho en Logroño, se plantea entre los clientes la duda de si tienen que aceptar o renunciar a una herencia.

Cuando fallece un familiar y los nombra herederos, muchas personas, ajenas a lo que ello conlleva heredar, simplemente aceptan la herencia. Y he aquí cuando llegan las sorpresas desagradables. A la hora de heredar tenemos 3 posibilidades:

  1. Aceptar la herencia pura y simplemente:  En este caso, si la herencia tiene deudas tendremos que calcular si las deudas superan a los bienes, ya que si aceptarnos pura y simplemente una herencia con más deudas que bienes tendremos que hacer frente a las mismas con nuestro patrimonio personal.
  2. Aceptar la herencia a beneficio de inventario: La ley nos da la opción de recibir la herencia a beneficio de inventario, esto es, que las deudas de la herencia se pagan con los bienes que hay en ella, gracias a esto nuestro patrimonio permanecerá a salvo si las deudas superan la herencia.
  3. Renunciar a la herencia:  La última de las opciones es renunciar a la herencia. Este caso es el apropiado cuando la herencia tenga más deudas que bienes o cuando no podamos hacer frente al Impuesto de Sucesiones, algo de lo que hablaremos a continuación.

Pero después de elegir, y aunque en la herencia no existan deudas, nos encontramos con otro problema, el Impuesto de Sucesiones. Aunque la herencia no tenga deudas podamos encontrarnos con graves problemas con este impuesto. Por ejemplo, si heredamos una casa pero nada de dinero puede haber problemas a la hora de hacer frente al pago del impuesto, que depende de la comunidad autónoma, puede llegar a ser muy elevado.

Así, al no haber dinero suficiente para el pago del impuesto, se verán obligados a vender el bien heredado o a tener que pedir un préstamo para el pago del impuesto, y en el peor de los casos, en el que no podamos vender el bien o no se nos conceda el préstamo, Hacienda podría llegar a embargarnos nuestros propios vienes personales.

En conclusión, antes de aceptar o renunciar a una herencia conviene informarse acerca de las consecuencias de cada una de las opciones. Una simple consulta al abogado puede ahorrarnos muchos problemas en el futuro.

 

 

 

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